¿SON LAS ALIANZAS LA RESPUESTA?
¿Son las alianzas la respuesta?
¿Son las alianzas la
respuesta a la debacle de los
partidos políticos?
Por Linaloe R.
Flores.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se
volvió
a conformar como primera fuerza política después del
ejercicio del 4 de junio.
El músculo del dinosaurio se había debilitado; pero el
día después de las
elecciones amaneció fortificado. Los últimos cuatro
años, el partido padeció
fracturas y una caída en su aprobación. En 2016
quedó hundido en una derrota
electoral histórica al tiempo que tres gobernadores que ganaron
con su insignia
fueron aprehendidos por delitos de corrupción. A ello se
añadió la calificación
a la gestión del Presidente de la República, Enrique
Peña Nieto, que poco a
poco se aminoró hasta llegar al 10% que promedian hoy las
encuestas.
Hoy, la probabilidad indica que el PRI gane el
Estado de
México, la tierra donde ha gobernado durante nueve
décadas sin interrupción. No
fue fácil. El resultado del candidato Alfredo del Mazo Maza es
el más bajo de
la Historia. Logrará el triunfo con 2%; en otras palabras,
sólo la tercera
parte del electorado votó por él. Ello significa una
caída de 30% de los
sufragios respecto a la elección de 2011, cuando Eruviel
Ávila Villegas obtuvo
el 64.97%. En 2005, cuando Enrique Peña Nieto se
convirtió en Gobernador, el
PRI ganó con 41.58 y en 1993, la primera vez que se abrió
la competencia a los
partidos políticos, lo hizo con 62.36%.
Aun así, con 88 años de vida y el
poder ejecutivo en sus
manos, el PRI dejó la jugada lista para los comicios
presidenciales de 2018.
¿Cómo lo va a lograr? Ahora mantiene más que nunca
lustrada su arma principal:
el voto duro, la experiencia que tiene de someter a la voluntad
popular. El
mensaje de que puede operar y opera está dado.
El déja vú se vivió otra
vez: el PRI ha triunfado pese a
que no hubo miembro de la oposición que no señalara
irregularidades en las
campañas y llamara "elección de Estado" a la
votación en el Estado de
México. Los hechos conformaron un relato en este sentido. En lo
que va de su
Administración, el Estado de México fue la entidad
más visitada por el
Presidente Enrique Peña Nieto, ya fuera para inaugurar obras o
simplemente
brindar discursos.
La Unidad de Datos de SinEmbargo contó
que fueron 50
veces en 55 meses de Gobierno. Sólo de enero de 2016 a mayo de
2017 Peña Nieto
pisó 22 ocasiones su terruño, tres veces más que
Veracruz, el segundo estado
más visitado. Que el partido fundado por Plutarco Elías
Calles está de nuevo a
la cabeza lo indica en estas horas el Programa de Resultados
Electorales
Preliminares (PREP) del Instituto Electoral del Estado de México
(IEEM).
Alfredo Del Mazo Maza, candidato en el Estado de México, tiene
casi 33 por
ciento de las preferencias, adelante de Delfina Gómez
Álvarez, del Movimiento
de Regeneración Nacional (Morena) quien tiene 31.51 por ciento.
En Coahuila
también aventaja con el candidato Miguel Riquelme con 38.1 por
ciento sobre,
Guillermo Anaya del PAN con 36.81 por ciento.
Pero el PRI pierde en Nayarit con el suspirante
Manuel
Humberto Cota que alcanzó 27% frente a Antonio
Echavarría, de la coalición
"Juntos por ti" integrada por el PAN, PRD, PT y PRS que se pone al
frente con 38.55%. Es la segunda derrota en esa entidad. El tricolor no
ha
podido con la familia Echevarría. En 1999, con la alianza
PAN-PRD ganó Antonio
Echevarría y ayer, su hijo repitió la hazaña.
En donde el PRI quedó derrotado por
completo fue en
Veracruz donde se eligieron alcaldes. Logró triunfar en 35 de
212 demarcaciones
en juego, mientras que la coalición PAN-PRD se alzó con
113, según el PREP que
lleva más de 99% de avance.
El PAN gana con sabor amargo
En realidad, el partido fundado en 1926 por
Manuel Gómez
Morín que en 2000 y 2006 ganó la Presidencia de la
República, sólo perdió en el
Estado de México donde quedó en la cuarta posición
con la candidatura de
Josefina Vázquez Mota. En cambio, se convirtió en la
primera fuerza política en
Veracruz donde aliado con el PRD ganó 113 alcaldías
según el 99% del PREP.
Si gana Coahuila -los resultados aquí son
cerrados
respecto al PRI- lograría un avance al sumar 12 gubernaturas
frente a las 14
del PRI, cuatro del PRD, una del PVEM y la del independiente, Jaime
Rodríguez
Calderón en Nuevo León.
Pero en estas elecciones el Estado de
México se
convirtió en la antesala de las elecciones de 2018. Y la figura
de Josefina
Vázquez Mota, la candidata albiazul, en la de la derrota. El PAN
no logró en la
entidad mexiquense una estructura territorial y desarrolló una
campaña que
incurrió en errores evidentes. En el interior del mismo partido,
los militantes
manifestaron desacuerdo por la forma en que se realizó esta
campaña.
Acción Nacional enfocó sus
baterías en contra de la
candidata de Morena, Delfina Gómez Álvarez, y esta
táctica hizo que Josefina
Vázquez Mota no fuera identificada como candidata de
oposición. La decisión, de
acuerdo con panistas consultados, se debió al asesor de
comunicación política,
el colombiano Mauricio de Vengoechea, quien a mediados de mayo
dejó la campaña.
"Debo reconocer que las tendencias no me
favorecen", dijo a las 10 de la noche del del 5 de junio. Fue la misma
frase que utilizó la noche del 1 de julio de 2012, a las 8:30,
cuando contendió
por la Presidencia de la República. La campaña de
Josefina tuvo varios costos:
llevó al partido a la cuarta posición en el Edomex, su
familia fue investigada
por presunto lavado de dinero y a su fundación "Juntos Podemos"
le
quedó una demanda por el posible desvío de fondos
públicos.
Morena crece pero gana poco
Su vida como partido se inició el 26 de
enero de 2014 y
al año siguiente por primera vez participó en una
contienda electoral en la que
en la Ciudad de México le arrebató cinco delegaciones al
PRD. En la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal, Morena le disputó el dominio
al Sol Azteca
con un empate de diputados. En Tabasco, Edomex, Michoacán,
Campeche, Yucatán y
Veracruz obtuvo también alcaldías y diputaciones.
Así creció y el domingo pasado, se
posicionó como la
principal fuerza opositora y la segunda más votada. Al cierre de
este texto, en
Nayarit y Coahuila estaba en tercer lugar, mientras que en Veracruz se
ubicaba
en cuarto sitio con 16 alcaldías, justo las que integran el
corredor petrolero.
En Jalapa, la capital veracruzana, no perdió una sola acta con
el candidato
Hipólito Rodríguez Herrero, un académico de la
Universidad Veracruzana.
El escaparate de la fuerza de Morena fue el
Estado de
México. Ahí, Delfina Gómez Álvarez, una
maestra que ha pasado más de treinta
años en las aulas, le dio la batalla más cerrada en la
historia de los procesos
electorales a Alfredo del Mazo Maza ?primo del Presidente de la
República- del
PRI, partido que ha gobernado ahí las últimas nueve
décadas.
El arrastre y capital de Morena no se entiende
sin ver
la figura de su fundador, Andrés Manuel López Obrador
cuya historia se
encuentra en el PRD, organización que presidió y de la
que fue candidato
presidencial en dos ocasiones, 2006 y 2012. Después de la
elecciones de 2012 y
ante diferencias con la línea seguida por la dirección
nacional, López Obrador
renunció al PRD para formar un nuevo partido. El PRD
quedó debilitado. Pero en
esta elección logró renacer. Su candidato en el Estado de
México, Juan Zepeda,
lo posicionó como tercera fuerza. La pregunta latente durante
los meses de campaña
fue si la izquierda mexicana, PRD y Morena, debían competir de
manera unificada
con tal de desplazar al PRI en esa entidad. No lo hicieron. Y hasta el
cierre
de este texto, los resultados daban 30.81% a Delfina Gómez
Álvarez de Morena y
17.79% a Juan Zepeda del PRD. La suma hubiera podido hacerle frente con
mucho
margen al 33.72% que pone en la delantera a Alfredo del Mazo Maza.
PRD detiene su debacle
Herido por sus propias pugnas, los
señalamientos de
corrupción, la supuesta participación del alcalde de
Iguala, Luis Abarca
Velázquez en los acontecimientos de Iguala en 2014, cuando
desaparecieron 43
normalistas de Ayotzinapa, Guerrero; la dimisión de una decena
de senadores, la
salida de su fundador Cuauhtémoc Cárdenas
Solórzano y la pérdida de votos cautivos
en las elecciones de 2016. Así llegó el PRD a las
elecciones de 2017.
Pero, como lo dijo la misma dirigente nacional,
Alejandra Barrales, las elecciones de la mañana del 5 de junio
fueron "un
renacer".
El PRD fue fundado hace 25 años por
políticos inconformes
con el PRI, colectivos y organizaciones que apostaron por la derrota
del
sistema político hegemónico. Apenas hace meses el partido
estaba en crisis. Se
reponía de la salida de Andrés Manuel López
Obrador para fundar Morena y luego
de la de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano quien lo
abandonó por "diferencias
profundas" con la dirigencia encabezada en ese momento por Carlos
Navarrete Prida, cuando en marzo, 12 de los 20 senadores también
lo dejaron.
Cuando se fue, Cárdenas Solórzano,
hijo del General Cárdenas,
ex Presidente de México, dejó asentado en una carta que
el PRD carecía de un
debate interno, pero en cambio, tenía un sistema de cuotas para
la toma de
decisiones y participación de la militancia.
En la última década, el PRD se
dividió en corrientes que
se dieron a conocer como tribus. Hoy, los especialistas ven dos: la
llamada
Nueva Izquierda o "Los Chuchos"encabezada por Jesús Ortega
Martínez y
Jesús Zambrano Grijalva y una corriente originada en el Estado
de México,
Alternativa Democrática Nacional (ADN). Y ven que en el estilo
de tener
corrientes internas, el partido se aminora, se achica, se fractura casi
siempre
que hay que tomar decisiones.
Fue el último en nombrar candidato para
las elecciones
del Estado de México. Pero en marzo, el nombre de Juan Zepeda,
un Diputado
local con licencia que fue alcalde de Nezahualcóyotl,
empezó a hacer eco en la
contienda.
El PRD se quedó con el tercer lugar en
las preferencias
electorales del Estado de México. Aliado con el PAN logró
la gubernatura de
Nayarit , pero en Coahuila cayó al sexto lugar. En Veracruz,
donde se eligieron
alcaldías, se colocó en primer sitio.